Ir al contenido principal

Destacado

Desconocida

  Siempre me había sentido orgulloso de mi trabajo. Desde que estaba en la universidad, me apasionaba por conocer lugares nuevos y gente experimentada en el campo del turismo. Ahora, ya habían pasado unos cuantos años, desde entonces, y mi profesión seguía llenándome de felicidad en cada recorrido que planificaba como guía turístico.   Aquel día no fue diferente. Un pequeño y variado grupo venía por el recorrido del cementerio histórico, el cual era bastante solicitado. Me presenté ante el grupo, mientras inesperadamente vi al cielo mirando una bandada de pájaros volar. Una abuela, quien formaba parte del grupo tomó mi brazo para traerme de vuelta al presente. Sonreí.   Comenzamos la caminata por el campo santo, apreciando la belleza surrealista con la que estaban decoradas algunas tumbas. La abuela volvió a llamar mi atención, hablándome en un idioma que no comprendía, mientras señalaba un punto en un mapa que trazaba la ruta intransitable...

Los días malos

Vuelve a mí, 

te fuiste muy lejos. 

Estoy buscando un lugar seguro

como el que encontraba entre tus brazos, 

pero ya no existe,

no encuentro a dónde volver. 

No puedo ir allí, 

es una opción, pero no mi elección, 

y sin embargo, quisiera correr hasta donde estás,

donde quiera que sea, donde quiera que exista.

Eres y serás irremplazable,

lo sabías, lo sabía. 

Dime que todo estará bien, 

sólo en ti creo,

"una palabra tuya bastará para sanarme".

Pero ya no puedo escuchar tus palabras,

ni tu risa, sólo me quedan tus recuerdos,

y mi vida que parece tan larga con tu ausencia. 

Por devolverme la vida

cuando la perdí, 

gracias, te amo siempre, abuela.

Comentarios

Entradas populares

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.