Ir al contenido principal

Destacado

Desconocida

  Siempre me había sentido orgulloso de mi trabajo. Desde que estaba en la universidad, me apasionaba por conocer lugares nuevos y gente experimentada en el campo del turismo. Ahora, ya habían pasado unos cuantos años, desde entonces, y mi profesión seguía llenándome de felicidad en cada recorrido que planificaba como guía turístico.   Aquel día no fue diferente. Un pequeño y variado grupo venía por el recorrido del cementerio histórico, el cual era bastante solicitado. Me presenté ante el grupo, mientras inesperadamente vi al cielo mirando una bandada de pájaros volar. Una abuela, quien formaba parte del grupo tomó mi brazo para traerme de vuelta al presente. Sonreí.   Comenzamos la caminata por el campo santo, apreciando la belleza surrealista con la que estaban decoradas algunas tumbas. La abuela volvió a llamar mi atención, hablándome en un idioma que no comprendía, mientras señalaba un punto en un mapa que trazaba la ruta intransitable...

Esta noche no hay luna

 


He dejado cualquier lugar seguro. 

Me he adentrado a través del profundo verde, con la luz del ocaso que se extingue. 

He caminado más de lo que hubiera imaginado jamás caminaría. Sé que aún me falta mucho por caminar. 

Sin embargo, desde esta altura, veo como las nubes claras y limpias siguen un trayecto rápido. El cielo está despejado y las estrellas brillan fuertemente. 

Esta noche no hay luna, el tiempo ya no existe. La inmensa oscuridad que me rodea me produce miedo, escalofríos, llanto. 

Sólo el viento me susurra. Sopla tan fuerte que mi pelo vuela y se estrella contra mi cara; se escarcha con el frío viento que hiela mis lágrimas. 

Escucho un lamento lejano en la inmensidad. 

Mi cuerpo entumecido, se deja llevar por el silbido, mientras el rigor mortis se aproxima. 

Mis ojos ven una y mil estrellas convertirse en fugaces.

Caigo tendida, mi corazón helado, también ha enfriado mi nariz, y siento el sabor a sangre en mi garganta. El último aliento. Lugh viene. Lugh se acerca. 

Veo a Venus titilar escandalosa. Las hojas crujen. La montaña oscura me ha hecho parte de sí. 


Comentarios

Entradas populares

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.